El secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, ha renunciado "por motivos personales" a su cargo, apenas un año después de su toma de posesión, según fuentes gubernamentales, que niegan que haya otro tipo de motivaciones. "Es un cargo muy duro, que exige mucha dedicación y eso hace que se resienta la vida personal y familiar de quien lo ostenta,, dicen los mismos medios.
Ulloa tomó posesión de su cargo el 2 de enero del año pasado y su nombramiento fue clave para darle a la nueva cúpula de Interior un marcado perfil jurídico, como deseaban el ministro, Jorge Fernández, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En efecto, Ulloa carecía por completo del marcado cariz político que tenían otros de sus antecesores. Por el momento, se desconoce el nombre de la persona que lo relevará en el puesto.
Fuentes policiales interpretan que Ulloa no ha podido soportar la enorme presión que supone ser secretario de Estado de Interior y, sobre todo durante los últimos meses. En esta última etapa se han producido diversos escándalos y choques políticos a cuenta de la investigación policial sobre el ático alquilado en Marbella por el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, que supuso entre otras cosas la destitución de Enrique Rodríguez Ulla al frente de la Comisaría General de Policía Judicial.
Más recientemente, se produjo la difusión de un informe sobre supuestas cuentas del presidente catalán, Artur Mas, en el extranjero, atribuido a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), y cuya autoría niega el jefe de esta unidad. Estos episodios revelan un notable descontrol de las fuerzas policiales por parte de las autoridades de Interior.
No obstante, las fuentes gubernamentales niegan que estos y otros episodios (como el enfrentamiento con destacados jueces a causa de que se les retirara la escolta) hayan influido directamente en la decisión de Ulloa, aunque pueden haberle llevado a tirar la toalla al sentirse incómodo.
Fuentes policiales señalan que las relaciones entre Ulloa y el director de la Policía, Ignacio Cosidó, eran "muy malas, y que el secretario de Estado no había logrado desempeñar la función que le corresponde como coordinador entre la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía. Por este motivo, los mismos medios barajan que su sucesor será alguien con un perfil más político, al que el Gobierno encargará la misión de "poner orden, en un departamento clave en la estructura del Estado.
La salida de Ulloa se une a la destitución del comisario general Rodríguez Ulla; el relevo de Pedro Agudo, jefe de Gabinete de Cosidó; y el relevo, el pasado septiembre, de Concepción Figuerola al frente del Gabinete del secretario de Estado. La marcha de estas personas hace patente el descontrol existente en el Ministerio del Interior.